Reportaje

José "Yayo" Guridi

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Con el Gran Cuñado (donde hizo de chacho Álvarez y Antonio de la Rúa)  y su guasa cámara oculta a las modelos ganó con creces un lugar dentro de los personajes del año.

—¿Cómo llegaste a Videomatch en 1994?

—Nos había contactado la hermana de Claudio Villarruel, que estaba buscando gente para incorporar al programa. Le mandamos un video, a Claudio le gustó y empezamos a grabar notas para agarrarle la mano a la televisión. Nos confirmaron y fuimos quedando de un año a otro. Arrancamos con Los Gauchos.

—¿Qué habías hecho antes en Córdoba?

—Hacíamos un espectáculo humorístico musical de sketches propios de una hora y media. Era un grupo teatral de seis compañeros de la escuela primaria que se llamaba “Los Cascanueces”. Cuando quedamos tres pasamos a ser “Los tres en banda”.

—¿Qué sentiste cuando, personificando a Chacho Álvarez, te convertiste en el ganador de Gran Cuñado I?

—Una gran satisfacción si se considera que lo decidió el voto de la gente, aunque haya sido un empate técnico: gané por seis votos sobre un total de más de quince mil. Entre los compañeros nunca lo tomamos como una competencia acérrima, sino como un juego. Divertirse era la consigna. La gente se enganchó muchísimo porque transmitíamos esa diversión.

—¿Cuánto tiempo te llevaba la caracterización de Chacho y la de Antonito?

—Al principio, hasta que el maquillador le agarró la mano, era un poco más de una hora. A lo último, en media hora lo teníamos listo.

—¿En qué te basaste para hacer a cada uno?

—El Chacho me costó mucho porque es muy porteño y a la hora de hablar, lo hace muy rápido. Los cordobeses no somos tan ligeros y me costó encontrarle el ritmo. Traté de imitarle esa especie de voz ronca y rota que tiene tratando de hablar lo más rápido posible. Pero la caracterización fue fundamental y lo que más le aportó al personaje.

—¿Sabés qué opinaron de tu caracterización?

—De Antonito no me llegó el más mínimo comentario. De Chacho, me contaron que le había molestado mucho que lo mezclaran con esos doce políticos que estaban sospechados de corrupción. Le fastidió que no lo diferenciaran del resto, pero no hubo una crítica directa al personaje.

—Como espectador, tanto en el Gran Cuñado I como en el II, uno notaba que en determinado momento te solías tentar hablando con Tinelli. ¿Cuál era el detonante?

—Generalmente, las gastadas eternas tienen que ver con el fútbol: las que le hago yo por San Lorenzo y las que me hace él por Belgrano de Córdoba.

—¿Hasta dónde sos fanático de Belgrano?

—Es una enfermedad; me puede. Yo lloro por Belgrano. Fui a ver los dos partidos de la promoción con Quilmes en Córdoba y casi me muero. No pude hablar por dos o tres días.

—¿A quién se le ocurrió la cámara oculta a los programas de cable conducidos por modelos?

—Fue una idea del productor ejecutivo, en reuniones de a principios de año. Él planteó que el elenco pudiera trabajar libremente sin ningún tipo de maquillaje para hacerle una joda a alguien. En los programas de cable se encontró una veta que fue fantástica. En cámara oculta, hasta ese momento, yo venía haciendo algún personaje camuflado para que la víctima no me reconociera. El payaso del Circo de la Costa con toda la cara pintada y una peluca era yo.

—¿La mayoría fueron programas piloto creados para hacer caer a las modelos?

—Claro. Cuando se terminó el ciclo de cámaras a los programas de cable existentes, se largó con el mismo formato una nueva serie que les inventaban a las modelos. La historia pasa por la complicidad de sus representantes, que les decían que había una propuesta de una productora para que tuvieran al aire su programa propio con los chicos de Videomatch en el debut. Era el entorno perfecto para hacerlas caer. En el momento algunas lo tomaban mal, pero después les caía la ficha y la reacción era otra. 

—¿Tu chiste subido de tono como remate estaba pensado antes de surgir el sketch o nació por generación espontánea?

—Nació a medida que ibamos grabando las cámaras y después lo fuimos ajustando. El Full Monty, por ejemplo, no nació en la primera que hicimos.

—¿Cómo podías mantenerte serio cuando veías que todos tus compañeros estaban muertos de la risa?

—Era muy difícil. Aparte, en esa época, cada uno tenía reservado algo que no comentaba, que iba justamente a probar para hacer tentar a los demás. Si sobrevivías a uno, al segundo seguro no lo ibas a aguantar.

—¿Te acordás de alguna intervención puntual que te haya hecho descostillar de risa?

—Sí. La primera vez que José María se empezó a reír en la cara de las modelos con ese grito que hace, casi me desmayo. Algo parecido me pasó cuando Fredi hizo sombras chinescas. Me levanté y me tuvieron que ir a buscar a la puerta del estudio porque no podía más.

—¿Cómo reaccionan las modelos?

—En general, primero con estupor, sin saber qué hacer, y después hay un enojo muy grande. No nos olvidemos que hacía dos años que en Videomatch no había cámaras ocultas... La gran mayoría, cuando se empezaba a hartar, reaccionaba mal y después se largaba a llorar.

—¿En algún momento sentiste culpa o que habías sobrepasado un límite?

—Puede ser en el caso de Silvina Quintana. La piba no podía parar de llorar y todos pensamos que nos habíamos excedido... Yo voy con la confianza de que después de todo lo que la hiciste sufrir le decís que es “una joda para Videomatch” y todo termina. Pensando en ese alivio que tiene la víctima al final, no me queda cargo de conciencia.

—¿Te molesta el reconocimiento popular?

—No. Me sorprendí mucho un día que salí y un chofer de colectivo que venía laburando frenó para saludarme. Ésa fue una señal muy clara de que esta

Texto: Jorge Carlos Fritzsche
Foto: Daniel Jurjo


ÜFicha

Altura 1,80 m
Peso 80 kg
Edad
36 años
Lugar y fecha de nacimiento
6/11/65
Estado civil
Casado
Hijos
Camila (7) y Joaquín (4)
Debut artístico
“En la fiesta de primavera que hacen en el Colegio Rivadavia de Villa María. Se llama ‘La Farándula’, y los propios alumnos hacen los sketches. Bien o mal, el colegio nos mostró el camino”
Cábala
“No soy cabulero, pero en el momento de desesperación me persigno y beso la medalla de Belgrano que llevo colgada, como cuando la pelota no entraba en los partidos de la promoción contra Quilmes”
Títulos Licenciado en Economía de la Universidad Nacional de Córdoba
Frases
“Lo mejor está siempre por venir”

Un Lugar:
Villa María, Córdoba
Un libro:
Cualquiera de los de Roberto Fontanarrarrosa
Una película:
Cinema paradiso
Una bebida:
Fernet

Imprimir | la reproducción de las notas solo se hace a modo ilustrativo. Los derechos de la mismas pertenecen a la revista Nueva | Publicado el domingo 30  - 12 - 2001